“Claro, como no estiras… Por eso te duele, o te has lesionado, o…”
¿Quién de nosotros no ha oído esto de un compañero/a o de un profesional de la salud? Pero…
Quizás valga la pena pararse un momento para analizar una serie de claves sobre los estiramientos como medio de recuperación:
Para entender cómo funciona el cuerpo en relación al estiramiento cabe considerar que estirar no es más que poner bajo tensión un tejido del cuerpo. Según sus defensores esto relaja al músculo y permite una mejor práctica deportiva. Aún así, considerando que el tejido muscular sólo sabe actuar acortándose; al aplicarle un stretching (fuerza que tracciona de él) dicho tejido va a responder del único modo que sabe, acortándose (contrayéndose). Si esto le relaja o no, está por ver. Depende de muchas más cosas que del mero hecho de que algo se llame estiramiento el que tenga efectos positivos o negativos.
Considerar a todas las aplicaciones de fuerza por igual, mientras no haya una definición más precisa de los parámetros de aplicación de dichas fuerzas sobre nuestro cuerpo. Puesto así, no debería haber mucha diferencia entre hacer pesas, por ejemplo, y estirar.
Comprender que durante y después de un sobreesfuerzo cuya causa puede ser estiramiento, partido de fútbol, pesas, incluso una comida que nos haya sentado mal, o sin más, la fatiga ocasionada por un día duro de trabajo, …, el cuerpo queda desajustado neuromuscularmente (inflamación excesiva) y más expuesto a la lesión.
Conocer que el cuerpo puede reajustarse por si mismo, mediante descanso o a través de esfuerzos de intensidad más baja globalmente hablando (por ejemplo: después de un partido de fútbol, hacer carrera suave, o ejercicio suave), aunque puede llegar un momento que ni con esto sea suficiente y haya que recurrir a la reconexión de las zonas que, debido al sobreesfuerzo realizado, han quedado vulnerables (faltas de comunicación neuromuscular). Dicha reconexión le habilita para hacer frente a una nueva demanda fuerte.
Disponer de una tabla de ejercicios que permita ir incrementando la capacidad corporal de sujetar cargas para que las zonas corporales más vulnerables dejen de estarlo.
Si estirar nunca te hizo sentir bien o actualmente notas que ya no es lo que era, es muy posible que tu sistema neuromuscular te esté mandando señales de estar sufriendo fuertemente y requiera ser revisado por un profesional.
Acércate a Optimmus donde realizaremos un completo chequeo de tu cuerpo. Desde la primera sesión notarás cambios significativos.